viernes, 7 de noviembre de 2014

El cronograma político de un largo calendario electoral.



        El 1º de junio, cuando las elecciones internas de los partidos políticos, hubo una prueba de tierra, en donde cada colectividad quedó posicionada de determinada forma. El partido nacional con la fórmula Luis-Jorge supo sortear la prueba de tierra, en cambio el partido colorado al ignorar a Amorin Batlle, no estuvo muy feliz en su decisión y eso le costó caro a dicha colectividad. El Frente Amplio se sacó de encima a Constanza Moreira y lo bien que hizo, porque no hay nada peor que una mujer histérica que mete lio en donde va.

        Las otras fuerzas como el Partido Independiente y Unidad Popular, no tuvieron internas, sino que cumplieron con un requisito para nombrar convencionales propios.

       El 26 de octubre, cuando las elecciones parlamentarias, hubo una prueba de aire, en donde en una elección de final abierto, hasta las encuestas volaron con el viento del temporal político que causaron los resultados, tras la aparente calma chicha del estado de ánimo colectivo.

        Todos quedaron preocupados, fundamentalmente, el Frente Amplio, porque ahora es el responsable directo de lo que le prometió a las grandes multinacionales: La paz social del Uruguay para que sea gobernable.

        El 30 de noviembre, cuando el balotaje vamos a asistir a una prueba de agua, en donde el que pierde se hunde irremisiblemente, en la noche de los tiempos.

        No falta quien diga: “Agua que no has de beber, déjala correr”, pero no se trata de eso, porque cuando el barco se hunde, nos hundimos todos. Nadie quiere terminar peronizado y peroni pizado como en Argentina.

        Por ahora, el único dato positivo de la realidad política actual, es que los republicanos salvaron la prueba de tierra en Estados Unidos.