miércoles, 15 de octubre de 2014

Reflexiones desde el recodo de una recta final.


Hicieron mucha plata.
Robaron a más no poder en todas las Intendencias y en el gobierno.
Gobernaron con técnicas de disuasión mafiosas, que si bien se mueven dentro de lo legal, expresan un claro abuso de funciones y de conjunción del intéres público con el privado.
Aquella "buguechía" que en el pasado les puso un límite -lamark-, hoy no existe: murió, se jubiló, está en Atlántida, en una Casa de Ancianos o se fue a vivir con los hijos que ya se habían ido antes del país.
Se sienten reyes a la peronista: Quieren burlarse "de la gilada" y se encuentran con que ya no está.
Quieren discutir los años 90', los mejores de nuestra breve historia nacional, época de balance y perspectiva para mirar adelante, sin la pesadilla de la guerra fría, y lo hacen en términos de ustedes y nosotros, como si hubieran "gorilas", "burgueses", "oligarcas" y "pro imperialistas" en un país de estratos medios, en donde "la buguechía" es "una pobre buguechía". Como ricos son pobres, como pobres son ricos.
Hablan para un Parque Jurásico a quien el odio de ayer, no les deja ver las realidades de hoy.
Hoy no miran más el mundo con un ojo tapado, peor que eso: Tienen glaucoma político y un balde en la cabeza.
Llegaron a donde están insultando desde un barricada -intifada en árabe-, y les molesta hasta este miserable artículito mío.
Son los nuevos ricos gobernando con los nuevos pobres del MIDES.
No se convirtieron en lo contrario, como creen los ultras que se fueron del Frente: son los mismos de siempre, que se quedaron sin aquel "enemigo histórico" y si se lo mira hoy, retrospectivamente, se puede apreciar que le hicieron el juego hasta límites increíbles. No habría que haberles contestado nada.
Como los militares, no son ni blancos, ni colorados y vinieron para no irse más.
Están más allá del bien y del mal y desde la Montaña Mágica insultan gritando "pague, pague, pague", a una clase media endeudada hasta las patas, que vive sobregirada.
Reclutan pichaje y señalan al Diablo con el dedo: "¡Cuidado con la restauración que viene y te muerde!".
Tienen, dicen las encuestas el 42% del electorado y en el supuesto caso, que ya es decir, que el partido colorado en pleno vote a Luis en un balotaje, resuelven la diferencia con 50 mil uruguayos que viven en la Argentina y vienen a decirnos a nosotros lo que tenemos que hacer.
Si no tienen mayoría parlamentaria se les viene todo abajo, aunque todos sabemos que eso se resuelve con chicanas parlamentarias.
Tienen algo que a los demás les falta: Ideología, aunque ya no se sepa bien en qué consiste.
Educan adoctrinando con Antoni Gramnsci como autor de cabecera y leen y reelen "Filosofía de la Praxis", como si fuera la Biblia.
Condenan a la población a la más pavorosa inseguridad ciudadana y se niegan a bajar dos años nada más la imputabilidad de delitos terribles.
Ponen a Pablo Ferreri de la Impositiva como un gran maestro de ceremonias, con un mandril para incautos.
Van bien. No se detienen, quieren realizar el sueño de destruir el Uruguay "refundado" por los iluminados.
Realmente nunca creí que la soja hiciera esto y generara un nivel de atonía mental, jamás visto en una campaña electoral.
Quieren recuperar a los enojados, que por lo visto es ultra izquierda pura y dura, o sea, gente peor todavía.
No saben dirigirse a ellos y decirles las cosas tal cual son: Tiene que ser un ex colorado o ex blanco quien pone la cara.
Sin embargo, hay que reconocer que felizmente ya nadie acusa de "burgués", "oligarca", "gorila", "cipayo", "pro imperialista" a nadie.
Quieren en una nueva y más profunda transferencia de recursos neta, comerse la renta nacional y seguir escupiendo del plato donde comen.
Ahora se entiende la razón por la cual Argentina, que en 1918 era la octava potencia del mundo, hoy pertenezca al Cuarto Mundo, camino a los Quintos Infiernos.
Salen del Uruguay y se visten con los méritos de los blancos y los colorados y es pisar el aeropuerto y empiezan a insultarlos.
Regalan cargos como quien juega a la marchanta con la confianza política.
Hoy estamos parados en la cruz de los caminos.
Desde el recodo de una recta final, algo me dice que Dios con mayúscula, no quiere cosas chanchas.
El ajuste de cuentas, no es como ellos creen, que dejaron las armas de la crítica, pasaron a la crítica de las armas y después volvieron a las armas de la crítica, porque no les quedaba más remedio, como el manco de Lepanto, que en una mano llevaba la espada, en la otra la pluma y al final se quedó con la pluma solamente, porque se había quedado manco; sin brazo político.
El ajuste de cuentas será teórico o no sera tal; por eso se niegan a discutir.
Lo he dicho en otros posts, el agua está pronta para chocolate, habría que ver si el chocolate está en el punto de la cosa que tiene que estar.
Si gana esta gente, no me la voy a agarrar con ellos. Sino con la oposición.