Yo
con mi contabilidad suficiente e insuficiente, con mi taquigrafía, con mi
mecanografía, mi pésimo inglé, siempre llenando formularios, siempre con la calculadora
en la mano, después con la compú;
ahora con todo eso.
Vos,
¡Vos sí que la tenés clara Chicho!
Siempre
colgado de la oreja.
Toda
una vida sacándole mentiras a los dedos y verdades a los números.
Toda
una vida sumando pa’ tras y pa’ delante, hasta que las cuentas cierren.
Toda
una vida haciendo de gil o de güil, como dicen algunos.
Lo
tuyo es espectacular Chicho.
¡Bueno
haberlo sabido antes de venir a este mundo!
Así nacemos, así nos vamos, güil.