No
falta quien diga que Vázquez está haciendo todo lo posible por perder, como
contribución a la paz social.
Pero
no es así. En realidad está haciendo todo lo posible por ganar, con esa
cabecita que tiene.
No
es Eduardo Acevedo, Agustín de Vedia o Lorenzo Carnelli. Es otra cosa esto, que
existe delante de nosotros.
Aquí
no hay ideas que hagan reflexionar, sino motivos de un ser totalmente
caprichoso.
Está
convencido que está haciendo todo bien. Se puso a concientizar indeciso, en la
época en donde son otros los mecanismos de persuasión ante el electorado.
Nadie
reparte “Justicia” puerta a puerta,
ni Átomos para la Paz, con un Nikita mariquita, entre la connivencia –el
coginche-, y la convivencia, -la difícil-, en un mundo que avanza,
inexorablemente hacia la Tercera Guerra Mundial.
“Competencia económica y convivencia pacífica”,
decía Nikita y todos le conferían el beneficio de la duda, porque se daban
cuenta que esa no era la política soviética, sino cosas de Nikita.
Algo
parecido a lo de Putín, gobernar con la serpiente y la paloma, todo junto a la
vez.
Estar
con Hamas
como está Tabaré Vázquez, es como pedirle al Diablo un minuto más, de
aquí a mediados de octubre.
La
política internacional, no es a lo Reynaldo Gargano, manija pa’ la colada.
Hay
que ser serio y decir concretamente, a dónde se va y a donde no.
¿Vázquez
es otro Arafat?
Un
experto en tranquilizarlos, mientras apaga el incendio con gasolina.
Aquí
es donde precisamente, no se puede ser frívolo; o se está con Occidente
o se vive en un accidente.
No
falta quien diga que el buen hombre contribuye a la tranquilidad dejándose
ganar y poniéndose en posiciones insostenibles. Pero en realidad no es así.
Cree eso y obra en función de su visión.
Tabaré
Ramón Vázquez Rosas es un hombre peligroso, más de lo que alguno pueda creer.
Se
hace el tonto, para acumular fuerzas y
neutralizar a su enemigo fundamental. Pero no es ningún ingenuo.
Todo
lo que dice y deja de decir tiene un sentido político profundo. Va dirigido internamente
a un sector. Si se sigue está pista, se puede perfectamente, detectar los
delincuentes internos que hay allí. Empezando por el hermano, “El Perro”.
No
es que esté con Hamas, está con todo
aquel que le sirva para destruir Occidente. Desde el chavismo al castrismo. Por
eso grita cuando puede: “Hasta la
Victoria Siempre”.
Lee
y relee las Venas Abiertas de América Latina de Eduardo Galeano y para que
no le pase lo de Salvador Allende, lo engaña a George Bush, con guerras
infantiles, sabiendo que el Cono Sur, no es área bélica.
Habla
para incautos, ilusos e ingenuos, que se ve que en el Uruguay, forman
multitudes.
Lo
único que tiene pensado como proyecto programático es atarse el
rabo de filisteo con las multinacionales y liquidar a la clase media.
En
el Uruguay ya no quedan cananeos para enfrentar a Vázquez.
Horas
trágicas se avecinan para un pequeño país de apenas 3 millones, 300 mil
habitantes.