martes, 22 de julio de 2014

Mala tos le siento al gato

        Es muy difícil en política encontrar a alguien que nunca asume responsabilidad de sus actos.
        En la campaña del 89’, cuando Vázquez gana la Intendencia, nos prometió que iba a hacer magia en Montevideo. Tomó una Intendencia con superávit y después de aumentar los tributos municipales, la dejó dando pérdida.
        Si después de 25 años de gobierno frentista en Montevideo y de 10 añitos de gobierno en el Uruguay, la culpa la tienen otros, debe ser porque los primeros 40 años son duros.
        Vázquez es el único responsable del nivel de desquicio bajo el cual hoy vivimos en Montevideo.
        Todo lo de él es una proyección psicológica y así hay que interpretarlo. Cuando ataca a Luis, se está atacando a sí mismo. Cuando se burla de Larrañaga, se está burlando del y cuando la emprende contra enemigos de paja –el neoliberalismo y tontería-, está atacando a la fuerza política que desde hace 25 años viene destruyendo Montevideo y que durante 10 años hipotecó al país.
        No tiene misterio este individuo. Es muy fácil refutarle todo lo que dice.
        Es un hombre que le gusta dar la lata cuando habla y como dicen en campaña “sacarse el lazo con las patas”.

        Mala tos le siento al gato.



La oportunidad perdida



Mentime que me gusta



     Después de 25 años de destrucción sistemática de Montevideo, que antes era La Coqueta y de 10 años de desgobierno, improvisación, inoperancia y desprecio al contribuyente, es tan alentador descubrir que no tienen la varita mágica, como temerario seguir avanzando con gente así.
         Los que le prometieron y no cumplieron, perdieron la oportunidad.
           ¡Delo por desecho! ¡Arrójelo al contenedor!



                 Quiero seguir creyendo que dió no e' chiste y por eso me pongo a escuchar a Gardel.