Todos
hemos escuchado el exabrupto que lanzó Vázquez cuando le preguntaron sobre la
delincuencia juvenil. Lo único al parecer que a él le importa es qué edad tiene
el delincuente, porque si nació antes de 2005, no es de su incumbencia.
Algo
increíble de oír, para quien todas las encuestas dan como el favorito para
ganar las elecciones.
Nos
encontramos ahora con el incendio de la escuela en Flor de Maroñas.
Cuando
uno analiza la atmósfera moral en que estaban los 6 jóvenes vemos claramente,
que vivían en esa nube que el Frente Amplio quiere imponernos a todos los
uruguayos.
Habían estado bebiendo grapa, vino, Martini “y
fumando varios porros”. Ese es típicamente, el perfil del frentista que los nabos de siempre, los contribuyentes
estamos subsidiando.
Uno
de los adolescentes le dijo a la Jueza de 7º Turno Beatriz Larrieu y al fiscal
Carlos Negro: “Estábamos muy borrachos. También habíamos fumando algunos ‘porros’.
Como a las 12 de la noche, del sábado 21, ‘El Héctor”, ingresó a la escuela por
una ventana y nosotros lo seguimos. Íbamos a buscar una pelota que se nos había
caído el día anterior.”
Otro
de los integrantes del grupo declaró: “Héctor y la novia empezaron a romper bibliotecas.
Victoria –una de las chicas del grupo-, agarró bolsas y colocó dentro de ellas
ropas y medias. Héctor comenzó a tirar alcohol en gel en las paredes y luego prendió
fuego”.
“El
Héctor” por las declaraciones “es mayor de edad y sabe lo que hace”.
Estamos
hablando de jóvenes que fueron a esa Escuela.
Son
los mismos jóvenes, según una vecina que en el mes de diciembre incendiaron su
casa con ella adentro.
Cuando
la policía se dirige a la finca en el barrio Flor de Maroñas, dice la abuela
del “Héctor”: “Mi nieto consume drogas y anda en malos pasos. Su padre lo echó
de la casa y después lo perdonó.”.
Ante
esto la Jueza Beatriz Larrieu procesa al “Héctor” con prisión por un delito de
hurto y otro de incendio y a la hermana
sin prisión por un delito de hurto.
Para
entender la peligrosidad que implica seguir en manos de estos gobernantes,
basta enterarse que el funcionario policial del 222 que tenía que estar
cuidando, no fue, porque estaba amenazado que si iba ese día a la escuela, lo
iban a incendiar a él también.
Quiere
decir que esto no fue espontaneo.
¡No
se dan cuenta que la ley que despenaliza la marihuana lo que viene a hacer en
verdad es a agravar absolutamente todas las cosas!
Quieren
vendernos la utopía en bandeja con un
porro de marihuana, mientras estamos entrando en un paraíso chavista.
Reparar
la escuela dice H. Florit, Director de Primaria va a costar más de 2 millones
de dólares, porque tienen que hacer 10 gabinetes higiénicos y cada salón tenía
más de 70 metros cuadrados.
Entre
la cantidad de causas que da Florit acerca de por qué ocurren este tipo de
actos de vandalismo en la sociedad uruguaya, se olvidó de una fundamental: Toda la
política que hicieron desde 2005 a la fecha fue para que estos elementos
deleznables sean los realmente favorecidos por la transferencia de recursos
neta que se les impone a los nabos
de siempre, los contribuyentes.
Estamos
parados en la cruz de los caminos.
Me
parece inútil el pedirle a este tipo de gente que nos gobiernan que piensen a
dónde nos llevan.
Superar
esta herencia maldita que el Frente Amplio en 10 años de desgobierno y 24 en la
Intendencia de Montevideo nos deja, no va a ser fácil, porque se las ingeniaron
por todos los costados para ponernos en un cepo.
Somos
un país de apenas 3 millones de habitantes.
Puede
que haya gente que se merezca haber llegado a este castigo. No creo que ese sea
el caso de la mayoría de los uruguayos y las uruguayas.