Hoy estamos metidos en una crisis
regional muy profunda.
De
todo lo que está aconteciendo, que es mucho, porque también Brasil ahora es
otro polvorín, me voy a concentrar en el gran ignorado, el gran excluido y
nunca ponderado correctamente, Paraguay.
Se
pretende que Paraguay acepte la incorporación anti jurídica de Venezuela
consumada a sus espaldas luego de su expulsión. Es más se expulsó a Paraguay
del Mercosur para poder integrar a Venezuela.
Peor
que eso, ni se respetó la decisión del senado paraguayo cuando hizo un juicio
político al entonces presidente Fernando Lugo, ni se respeta hoy la decisión
acerca de si debe o no integrar el Mercosur. El que decide si Paraguay ha de ingresar o no al Mercado Común del Sur,
es el Senado paraguayo, no Horacio Cartes.
El
15 de agosto es un día clave, pero un solo hecho es cierto, Itamaraty no es
quien, luego de haber avalado el fraude electoral que posibilitó el triunfo de
Maduro sobre Capriles, para determinar nada sobre la democracia paraguaya, que
por otra parte, ha sido ejemplar en todos sus movimientos, tanto el del juicio
político constitucional a Fernando Lugo, como el de los comicios que
posibilitaron el triunfo de Horacio Cartes.
Nicolás
Maduro, cuando el juicio político a Fernando Lugo, estaba en Paraguay instando
a los militares a desconocer la decisión del Senado paraguayo y es ahora este
señor quien va a presidir el Mercosur y determinar las credenciales
democráticas de Paraguay cuando él no las tiene ni siquiera en Venezuela.
Maduro
no tiene la más mínima autoridad moral en Venezuela y menos luego de la
intromisión en los asuntos internos de Paraguay. Es un despropósito, un
desprecio a la inteligencia que este señor presida el Mercosur amparado por
Argentina, Brasil y Uruguay.
Todos
sabemos que para que ingrese un país al Mercosur, como puede ser el ingreso de
Venezuela, se necesita la ratificación parlamentaria de los cinco países. El
ingreso de Venezuela es nulo puesto que se hizo en violación del Tratado de
Asunción y del propio Protocolo de Adhesión. Paraguay fue expulsado, justamente
para que ingrese Venezuela.
Se pretende que Paraguay acepte luego de ser
expulsado por la vía de los hechos aquella determinación que a sus espaldas se
consumó.
La
petrochequera podrá hacer mucha cosa hasta quedarse sin papel higiénico, pero
no puede pretender que dignamente Paraguay convalide su expulsión para que
ellos entren, ellos presidan ese organismo anti jurídicamente y sean
precisamente quienes determinan si le corresponde o no estar allí a quienes no
respetaron en su legalidad constitucional. Es muy fuerte lo que está
ocurriendo.
Les
guste o no el 15 de agosto, asume la Presidencia de Paraguay un hombre electo
en elecciones mil veces más limpia que la de aquellos que pretenden presidir y
determinar desde un organismo caduco como el Mercosur, quien tiene o no
credenciales democráticas.
La
gente en Brasil sale a manifestar ahora contra el precio del boleto y en realidad son
estos temas los que realmente, debieran estar en la agenda de los manifestantes
contra tanto atropello y mala fe.