lunes, 8 de junio de 2009

Carta abierta al embajador argentino en el Uruguay, Hernán Patiño Mayer.

Señor embajador Hernán Patiño Mayer :

 

Me llama poderosamente la atención que sea precisamente usted quien salga a corregirle la plana a un candidato presidenciable del Partido Nacional, cuando todos sabemos que desde la Argentina, el ex Presidente Néstor Kirchner se ha venido desfogando en declaraciones contrarias a nuestro país, tanto desde el Corsódromo de Gualeguaychú, como así en cuanta oportunidad tuvo a su alcance.

No sólo ha sido Néstor Kirchner quien ha tenido infelices declaraciones para con el Uruguay y nuestro Presidente Tabaré Ramón Vázquez Rosas, sino también Cristina Kirchner quien al asumir la Presidencia, no escatimó en adjetivos contra nuestro Presidente, sabiendo que no era de recibo contestarle nada.

Más allá de estas declaraciones de los presidentes Néstor y Cristina, existe algo mucho peor, la ingerencia externa que ejerce Argentina al intervenir en las elecciones uruguayas tomando partido descarada, abierta y entrometidamente, por José Mujica Cordano.

Como usted comprenderá, señor Patiño Mayer, todos somos conscientes que habrá de existir en la República Argentina por dos años más un gobierno de Cristina Kirchner, pero eso no es óbice para que un precandidato a la Presidencia de la República, no pueda decir lo que piensa y tenga que ser, nada menos que usted, quien se sienta molesto y pida prudencia.

Patiño Mayer ¿Por qué no le pide prudencia a Kirchner cuando financia la campaña electoral abiertamente a favor de un tupamaro en el Uruguay? ¿Por qué no le pidió prudencia a Cristina Kirchner cuando se desfogó contra nuestro Presidente al asumir su cargo como Presidenta?

¿Por qué no le pidió prudencia a Taiana, cuando desde el Corsódromo de Gualeguaychú dijo las barbaridades más inconcebibles que persona alguna haya podido decir contra las inversiones extranjeras que el Uruguay recibe?

¿Por qué no le pide prudencia a su gobierno, cuando pretende entrometerse en la política fiscal del Uruguay, como si nuestro país tuviera la culpa de que su sistema financiero fuera más creíble que el argentino?

Más allá de todo esto: ¿Por qué, cuál es el motivo, de que usted como embajador de un país extranjero venga aquí a pedirle prudencia a los demás?