viernes, 13 de marzo de 2009

Zapatazos y algo más

 

          El periodista iraquí que agredió el 14 de diciembre de 2008, al ex presidente estadounidense, George W. Bush, cuando le lanzó sus dos zapatos durante una conferencia de prensa en Bagdag, fue lamentablemente condenado a tres años de cárcel.

          Una lástima grande lo configura saber que Mutanzar Al Zaidi, el agresor del ex mandatario, se declare inocente del cargo de "agresión a un jefe de Estado", puesto que si hubiera sido del MPP o de la línea Pedro Balbi-Irma Leites, lo estarían nombrando presidenciable o a lo sumo, candidateable como secretario del Secretario del secretario General adjunto del secretario.

          La defensa de Mutanzar Al Zaidi dice que "no era protocolarmente una visita de Estado" ya que el mandatario viajo de manera sorpresiva. Algo parecido a cuando vino Bush al Uruguay, en dónde merced a los buenos oficios de Tabaré Ramón Vázquez Rosas, se apareció de improviso como "tren de última estación".

          Triste, también es saber, que el código penal iraquí prevé penas de siete a 15 añitos por atacar a un jefe de Estado extranjero durante una visita oficial, porque si eso mismo hubiera sido contra Tabaré Ramón Vázquez Rosas, sería condenado no ya por el delito de "ofensa", sino porque rompe con la "uniá sagrada" de los que cuando discrepan solo saben morderse la lenguita, a la espera de que "baje el informe de Central".

          Saber que la hermana del periodista apuntó contra el primer ministro Nuri Al Maliki, a quien calificó como "un agente de Estados Unidos", no le mueve un pelo del bigote a estos "serenis" muy "seregnos" del Pit-Cnt y sus alrededores.

          Sin embargo, como decía Galileo Galilei, "e pour si mouve" y Dhiaa al Saadi, jefe del colegio de defensa formado por 20 abogados, anuncio que planea apelar la sentencia. Si ese hombre fuera uruguayo argumentaría más o menos así: "Haber sido defraudado y traicionado por la espalda es un crimen a la esperanza. Haber traído a George Bush es un ataque muy bajo que Tabaré Vázquez le infligió al corazón anti imperialista del frenteamplista más castigado, vilipendiado y ultrajado."

          No obstante todo esto, George Bush piensa que la sentencia es "un asunto del sistema judicial iraquí", según fuentes allegadas al vocero del vocero del vocero.

          Sea como sea, lo cierto es que los zapatazos lanzados por Zaidi pasaron a escasos centímetros de Bush que felizmente logró esquivarlos. Lo lamentable es que estaban a muchos kilómetros de distancia de Tabaré Ramón Vázquez Rosas.