miércoles, 23 de diciembre de 2015

El nuevo Mercosur

       La enorme cantidad de medidas que adoptó Mauricio Macri desde el momento que llegó al gobierno, parecen haber creado más confianza internacional, que interna.
      Argentina en su política exterior acaba de dar en al menos 13 días, un giro copernicano signado por una nueva práctica de estar posicionada ante el mundo.
          Los derechos humanos ya no serán propiedad de los izquierdos humanos, sino parte de un sentimiento republicano en defensa de las minorías y la dignidad humana avasallada por mayorías, que no se dieron cuenta que la democracia tiene legitimidad de ejercicio cuando se respeta su derecho a opinar y decir lo que piensa.
      La decisión de avalar el fallo de la Organización Mundial del Comercio y eliminar las declaraciones juradas de importación, la cancelación del memorándum con Irán por la causa AMIA, el inicio de las negociaciones con los fondos buitre, el fin del cepo cambiario, la decisión de concurrir al Foro Económico de Davos, el acercamiento a Estados Unidos y las señales de apertura a la Alianza del Pacífico, son las señales más fuertes del nuevo Mercosur que se avecina.
      La fantasmagórica y desinformada versión de la canciller venezolana Delcy Rodríguez, según la cual Mauricio Macri poco menos fue un torturador más de la dictadura militar, muestra hasta la evidencia la mala fe, la ignorancia y la estupidez de ésta gente, que para justificar la más flagrante violación del derecho a disentir –son 75 los presos políticos en Venezuela-, apela a cualquier cosa mintiendo a sabiendas.
     Brasil principal socio comercial de Chile y Argentina, quedó sólo ante el Mercosur que tanto defendía, para prohijar a Venezuela, como ante la Unión Europea que ésta pidiendo un Tratado de Libre Comercio.
      "Argentina es ahora un actor nuevo que gana todas las condiciones para poder dirigir al Mercosur por otro camino", dijo a la agencia AFP Marcelo Rech, analista del Instituto de Relaciones Internacionales InfoRel, con sede en Brasilia. Ya no podrán los petistas agarrárselas con Aecio Neves, porque ahora el problema de ese izquierdismo estúpido lo tienen hacia adentro.
    El sendero está al lado de Chile, Colombia y Perú, que son quienes lideran la Alianza del Pacífico.
     En términos comerciales hay 42 países que aplauden la decisión de Macri de eliminar las declaraciones juradas de importación y acatar el fallo de la Organización Mundial del Comercio. También el sistema financiero recibe con agrado las negociaciones que entablará la semana que viene con los fondos buitre en Nueva York, o ante la suspensión momentánea de la difusión de estadísticas del INDEC kirchnerista.
     Hay más señales macristas de amigarse con el mundo, Argentina ahora ira a Davos, un foro económico mundial en el que desde hace 14 años no aparece por allí un presidente argentino. Esto va en línea con el acercamiento de Macri a Estados Unidos y las negociaciones que se realizan en Washington para que el presidente argentino se reúna con Barack Obama en marzo próximo.
    Más allá de este auspicioso giro copernicano en la política de comercio exterior argentina, lo que se precisa son los acuerdos parte de Estado a Estado, porque como decía José Gervasio Artigas, “Estamos bajo la fe de los hombres, faltan ahora las garantías del contrato”.




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