miércoles, 5 de noviembre de 2014

Les molesta el simple hecho de ser quien somos.

        Hoy ocurre algo parecido a los de los tiempos de la dictadura militar fascista. Un sector ignorante nos sopla en la nuca.
        Les molesta todo.
        La educación que recibimos.
        El nivel cultural que tenemos.
        El lugar donde vivimos.
        El trabajo en que estamos.
        Los conocimientos adquiridos en el trajín de la marcha.
        La posición corporativa que conquistamos con sangre, sudor y lágrimas.
        Los viajes que hicimos.
        Los libros que leemos.

        El solo y simple hecho de existir ya les molesta.