Cuando yo tenía 14 años, fuí a la casa de Seregni a llevarle un cuadro enmarcado de mi padre.
Fuí con Don Julio, un viejo comunista.
Don Julio se desvivió en hacerse querer por Seregni.
En un momento, Seregni, me pregunta a mí si yo era frentista, y yo tenía 14 años y el Frente todavía no existia y le digo que nó.
Que le dijese que no, no le hizo ninguna gracia al General.
Tuvo que tranquilizarlo Lili y le dijo, "Ya vas a ver que él con el tiempo se va ha dar cuenta dónde hay que estar"
Pregunto yo; ¡Hoy, a los 58 años, cuando la Masonería me quiere degollar de parado a la vieja usanza, la CIA me tiene por el hombre más peligroso, la METROPOLITANA, me sopla en la nunca cuando voy a tomar un wiski, ¿QUÉ SIGNIFICA SER UN SEREGNISTA, HOY POR HOY?