Jui jui jui jui jui...........
Pero la vida, no es una pastafrola
A
Mónica Xavier le quedan 71 días para encontrar la clave, el ábrete sésamo, que
al parecer no aparece por ningún lado.
Para
ella no hay un estado de alarma, pero los blancos están en un estado de “admirable alarma artiguista”.
Están “creciendo”
dicen “pa’ fuera”, pero “pa’ dentro” parece que viene dura la
mano. Muchas cositas feas están pasando en las Coordinadoras del Frente.
Han
entendido la gran verdad, que las encuestas ‑así como están dadas por estas
empresas‑, venden pastillas con una muy linda cajita y excelente promoción. En
el preciso instante que se dieron cuenta de esto, que por otra parte cualquiera
ya sabía, desde la época en que el pobre Zumarán se la tragó, hicieron lo más
inteligente que pudieron, no quisieron chuparse la pastilla y entonces, se la tragaron.
Como
se dice vulgarmente, “se la paparon enteriza” y a 71 días, cambian de caballo
en la correntada.
Si
se supiera los kilos de Kabbalah como
sabe “el
dotor”, cualquiera diría que la lista más votada va a ser la 71, porque
lo que queda del Frente del 71’, a 71 días de un posible tercer gobierno, es
duro de digerir.
Si
sumamos 7 + 1, vemos que el 8 en numerología, refiere a gente ambiciosa, carentes
de instintos humanitarios, capaces de gestionar mal el dinero, reprimir a
subordinados, impacientarse con la gente en general, tendencia al estrés y al
materialismo.
Confiar
en eso, es como comerse una papa cruda, con prótesis completa para masticar.
¡“A
Redoblar” ex muchachos! Se dicen a sí mismos, pero la noche, ya no les presta
sus camiones.
Son
capaces de matar a la madre, para tener membrecía en una comilona de huérfanos.
Dice
Mónica Xavier que “Cuando uno tiene más de un millón de votos, el último
círculo, no es un círculo firme”. Evidentemente, es el círculo 33 del Infierno
del Dante, esa región en donde no hay fuego como se suele creer, sino hielo
rocoso congelando a los traidores.
En
esa región ubicada en el vórtice de la Tierra, Rex Mundis los hunde en las
aguas heladas del cálculo egoísta.
O
una de dos, o sobremueren de hipotermia allá abajo o heladera y compañía, nos
mete a todos en la heladera.
Sumando mentira tras mentira,
infamia tras infamia,
mataste mi querer,
Me diste el horrible desencanto
de haber querido tanto
lo que no pudo ser...
Ni siquiera te guardo encono;
no te desprecio, ni te perdono.
Dejaste tan sólo en mi existencia
la misma indiferencia
que vos pusiste ayer.
Ciego, estaba ciego en mi delirio...
Ciego, porque ese amor fue mi martirio
Y ahora que cayó
la venda de mis ojos
me asqueo al recordar
tus lindos labios rojos...
Ciego, bendita sea mi ceguera
si al fin
saltó la venda y vi que eras
una vulgar muñeca de cartón!...
Comprendo, tal vez un poco tarde,
mis celos de cobarde,
mi angustia y mi temor...
Pensaba que cuando te perdiera
la vida misma diera
en aras de mi amor...
Pero veo que no me muero,
que estoy contento...que no te quiero!...
Y en medio de tanta indiferencia
la luz de la experiencia
me alumbra el corazón.
Ciego, estaba ciego en mi delirio...
Ciego, porque ese amor fue mi martirio
Y ahora que cayó
la venda de mis ojos
me asqueo al recordar
tus lindos labios rojos...
Ciego, bendita sea mi ceguera
si al fin
saltó la venda y vi que eras
una vulgar muñeca de cartón!..
infamia tras infamia,
mataste mi querer,
Me diste el horrible desencanto
de haber querido tanto
lo que no pudo ser...
Ni siquiera te guardo encono;
no te desprecio, ni te perdono.
Dejaste tan sólo en mi existencia
la misma indiferencia
que vos pusiste ayer.
Ciego, estaba ciego en mi delirio...
Ciego, porque ese amor fue mi martirio
Y ahora que cayó
la venda de mis ojos
me asqueo al recordar
tus lindos labios rojos...
Ciego, bendita sea mi ceguera
si al fin
saltó la venda y vi que eras
una vulgar muñeca de cartón!...
Comprendo, tal vez un poco tarde,
mis celos de cobarde,
mi angustia y mi temor...
Pensaba que cuando te perdiera
la vida misma diera
en aras de mi amor...
Pero veo que no me muero,
que estoy contento...que no te quiero!...
Y en medio de tanta indiferencia
la luz de la experiencia
me alumbra el corazón.
Ciego, estaba ciego en mi delirio...
Ciego, porque ese amor fue mi martirio
Y ahora que cayó
la venda de mis ojos
me asqueo al recordar
tus lindos labios rojos...
Ciego, bendita sea mi ceguera
si al fin
saltó la venda y vi que eras
una vulgar muñeca de cartón!..
Letra y música del rusito Luis Rubinstein
