Equipos
dice que el Frente Amplio pasó del 42% al 39% y que el Partido Nacional creció
del 27% al 30%. Parece que eso despertó
una gran preocupación en el entorno vazquista.
El
informe de Equipos sostiene que “ninguno
de estos bloques tiene las mayorías necesarias para ganar la elección y ambos
tienen que salir a conseguir lo que les falta en este tramo final".
Para
los genios que echan humito desde el rincón de las arañas de la empresa
comercial Cifra, la correlación de fuerzas entre el Frente Amplio y los demás
partidos era de 39% a 38% en 2012, de 44% a 42% en 2013 y hoy es de 43% a 51%.
Si estas preferencias se mantienen hasta octubre, "nadie tendría mayoría parlamentaria propia y habría segunda
vuelta en noviembre". De esta suerte, el resultado del balotaje se
decidirá en los últimos días de campaña.
Para
Factum (que le otorga un 41% de preferencias al Frente Amplio, un 31% al
Partido Nacional, un 15% al Partido Colorado y un 3% al Partido Independiente),
"por
primera vez en los últimos cuatro años no se puede dar por seguro que Tabaré
Vázquez será el próximo presidente de la República". También sostienen
estos empresarios, que de mantenerse la actual tendencia, y en caso de resultar
electo el Frente Amplio, no obtendría las mayorías parlamentarias, como ocurrió
en los dos gobiernos anteriores.
La
opinión de Equipos es la única que le preocupa al comando vazquista y entonces
les vino chucho de frío, nerviosismo y cositas raras.
Esteban
Valenti que juega un rol de hombre realista, aunque con severas limitaciones
teóricas dice: "Las encuestas hay
que asumirlas plenamente, cuando van bien y cuando van mal. Podemos perder las
elecciones, lo que no quiere decir que vamos a perder las elecciones".
Según Valenti, el Frente Amplio tendrá que
asumir "una actitud autocrítica y humilde", -vuelta a los reflejos pavlovianos de ese arismendismo juvenil
y esa pasión por las autocríticas para purgar gente-, porque la baja en la intención de voto "no se revierte con un spot o con una campaña
publicitaria". Chocolate por la noticia. Dice el buen hombre
que: "todo
va a depender de cómo reaccionemos
–vuelta del voluntarismo al estilo UJC‑; lo peor es que si perdiéramos, perderíamos
con una ficción que trata de apoderarse de los logros del FA y con una campaña
de marketing que me hace acordar a (Ricardo) Piñera en Chile y a (Fernando)
Collor de Mello en Brasil", vuelta al sectarismo cerril, que en vez
de competir con un adversario, lo conduce a posicionarse, como si el otro fuera
un enemigo.
Nada
menos que Yerú Pardiñas, diputado y secretario general del partido socialista
dice que las "encuestas son fotografías para considerar y evaluar". "Estamos
en una campaña electoral y esas idas y venidas son posibles, ya que también
estamos en discusiones políticas, con temas como ASSE y Pluna y Ancap, que
inciden fuertemente en la opinión pública y en los medios de comunicación y
pienso que tenemos que revertir esas miradas momentáneas hablando con la gente,
explicando lo que hemos hecho y cómo eso ha venido cambiando el país". Vuelta
a la época en donde todo lo resolvían concientizando indeciso puerta por
puerta.
La
vida es dura, son etapas y por ende, son "los
riesgos que siempre ocurren en definiciones y acciones. que no siempre corren
por los caminos que uno quiere".
¡Qué
vachache si ya murió el criterio y las cosas no son como uno quisiera! ¡Vale
Tabaré lo mismo que un Luisito!
El
universo de llegada que esos contactos tienen es tan restrictivo, como inocuo.
Porque en política, convencer al convencido, no tiene gracia. Pan con pan,
comida de bobos.
Según
Yerú Pardiñas
"más allá de sus caras nuevas, no dejan de ser los ejecutores de las
políticas aplicadas por los partidos tradicionales que desregularon la economía
y la normativa del trabajo". Otra vez el discurso anti histórico, según el cual los partidos fundacionales que hicieron la Nación, se equivocaron
desde nuestra independencia a la fecha.
Según
el vicepresidente del Frente Amplio, el comunista Juan Castillo, la coalición "nunca negó, ni negará el papel que
juegan las empresas encuestadoras", pero dijo que "la sensación política" que tiene de las recorridas de
Vázquez es "inversamente proporcional a lo que dicen las encuestas".
Lo
que sí hay que hacer para él, es ajustar “los
énfasis” que se ponen en la campaña.
En
cambio Vázquez la tiene clara. Genio y figura hasta la sepultura no cambia la
estrategia ni que vengan degollando.
Hasta
aquí el revuelo fenomenal que estos puntos de menos le genera al Frente Amplio.
Sin
embargo, hay un detalle en todo esto que se suele perder de vista. Si tomamos
las elecciones de octubre de 2009, podemos apreciar las siguientes cifras en
los resultados presidenciales oficiales.
Fórmula presidencial
|
Número de votos
|
Porcentaje
|
Partido - Coalición
|
1.105.262
|
49.34 %
|
||
669.942
|
29,90 %
|
||
392.307
|
17,51 %
|
||
57.360
|
2,56 %
|
||
Raul Rodriguez -
Delia Villalba
|
15.428
|
0,69 %
|
|
Total de votos validos
|
2.240.299
|
100 %
|
|
Votos anulados
|
26.950
|
1,17 %
|
|
Votos en blanco
|
22.828
|
0,99 %
|
|
Votos unicamente con papeleta del SI
|
14.410
|
0,63 %
|
|
Votos observados anulados
|
199
|
0,01 %
|
|
Total de votos emitidos
|
2.304.686
|
||
Total de electores habilitados
|
2.563.397
|
No
voy a comentar lo de los otros partidos. Me limito exclusivamente, al Partido
Nacional.
Digo
yo: Si en octubre de 2009, el Partido Nacional tenía un 29,90%, es decir, casi
un 30% y, en representación parlamentaria tiene la tercera parte, cómo estas
empresas que juegan su prestigio profesional a que los políticos le paguen por
su trabajo, pueden decir, con tanta liviandad que el Partido Nacional creció de
un 27% al 30%.
Quiere
decir que después del triunfo del gauchi político Martín fierrista, el Partido
Nacional que es el principal motor y buque insignia de la oposición a esta
gente que nos desgobierna desde hace 10 años, va a bajar en intención de voto y recién ahora resulta que tiene el electorado que tuvo en
2009. Ni me lo creo yo, ni se lo creen ellos.
El
Partido Nacional con un piso del 30% consolidado, desde 2009, evidentemente que
creció y está en más y lo mismo el Partido Colorado.
Si
Vázquez y toda su gente se dan cuenta de esto, puede haber un giro copernicano
y capaz que el Partido Nacional pierde.
Más
allá de esto, creo que va a haber que legislar a texto expreso y a 59 días, 45
minutos, 20 segundos de las elecciones, tanto internas, parlamentarias,
balotage o municipales, prohibir la divulgación pública de este tipo de
información.
A
las empresas les va a servir, por la sencilla razón de que aquel que quiera ese dato posta posta, tendrá que comprarlo y a la opinión pública también, porque muy
poca gente sabe leer en clave en el Uruguay.