“Suspiraste, amor.
No, me pie.
Te cagaste, chancha
e’ mierda”
El Fanfa cuando discute con la Auxiliadora.
Para
gobernar con como el Pato, cada paso un suspirito.
Siempre
fueron igual: Piden la palabra, pero no la dan.
La
acción por la acción, los une, la palabra los divide.
Quieren
hacer, hacer y hacer y si van a hacer tanto, tanto y tanto, porque no empiezan
tirando la cadena.
Un
iluminado se dirige a ellos y para tranquilizarlos por un ratito les dice
furioso: “Ahora hay que ir a la realidad”. Gran verdad. Sí, es correcto,
hay que ir a la realidad. ¿Y por dónde andabas vos?
Si
viviera Peloduro escribiría la segunda parte del Diccionario del Disparate.
Son
como Salinas de Gortari, cuando decía: “Ni
esto, ni lo otro. Exactamente, todo lo contrario”.
¡Nerón,
Nerón, que grande sos!
El
pasado los condena, el futuro no.
Vinieron
a darla y a liquidarla. Efectivamente, la liquidaron.
Van
a poner un impuesto revolucionario;
en eso sí hay consenso pleno entre todas las tendencias.
Son
tantos los favores recibidos, que si Camporita
se iba al muere, La Cámpora va por
todo.
Le
dieron a la viuda del tuerto un libro sobre la rivalidad de puertos entre
Buenos Aires y Montevideo y la viuda dijo: “¡Qué buena idea!”
¡Compararlos con qué!



