miércoles, 28 de enero de 2009

Sobre la memoria y la desmemoria

Resulta que ahora la izquierda se queja. Sus portavoces dicen que desde los partidos tradicionales se aprovecha cualquier asunto para sacar rédito político. Afirman que la oposición sólo piensa en evitar que el Frente vuelva a ganar las elecciones nacionales en la primera vuelta y que, con ese objetivo entre ceja y ceja, ha comenzado a desatar desde hace ya varios meses, una oposición frontal y virulenta, que no tiene miramientos a la hora de sacudir los cimientos del exitoso gobierno progresista. Para tal fin, todo les sirve, desde falsificar cifras, hasta adjudicarse méritos que vienen de gobiernos anteriores. Reclaman, que se le reconozcan sus logros. Que no se interpele por interpelar. Que no se exageren los llamados a comisión. Que no se intente sacar partido de todo para subir un puntito en las encuestas. Que se juegue limpio y no se haga proselitismo con cuestiones tan serias y caras para todos como una seca mal evaluada o algunos millones de dólares de pérdida en unos casinos que deberían dar ganancias. Reclaman, a su vez, desde el gobierno, lo que nunca proporcionaran cuando eran oposición. Lo que hoy se demanda a viva voz es lo mismo que sistemáticamente se negó a colorados y blancos cuando éstos gobernaban. Piden memoria a los demás ¿Qué hubieran hecho si Bengoa hubiera sido colorado? ¿Y si hubiera un ex intendente blanco y una ministra nacionalista que estuvieran contando los días para tener que enfrentar a la Justicia por el escándalo de los casinos municipales?¿Qué harían estos memoriosos desmemoriados, si Valentí hubiera sido el Jefe de Campaña de Larrañaga? ¿Y si Rossi fuera el Ministro de Transporte de Lacalle? ¿Y si los empresarios con los que este gobierno, viaja por el mundo, fueran amigos del ex Presidente Sanguinetti?¿Qué harían si Agazzi fuera Ministro de Batlle? Al ver una Ministra del Interior despelotada ¿Qué campaña estarían haciendo ahora, contra el "neoliberalismo que ataca a la gente en las calles" y roba y mata?¿Se acuerdan, dueños de la memoria sin memoria propia, del escándalo que armaron cuando el entonces intendente Elizalde quiso conceder la explotación del Hotel Casino Carrasco por 30 años a un grupo estadounidense? ¿Se imaginan ustedes el estado "pre revolucionario" que existiría en el Uruguay, si Erlich fuera un Intendente blanco?¿Se acuerdan de lo que costó a los partidos tradicionales sacar adelante la Ley de Puertos, con la oposición burda, grosera, impertinente de los mismos que ahora quieren profundizar aquel proceso? ¿Se imagina alguien lo que hubiera pasado si la Reforma Tributaria y la de la Salud la hubieran realizado los blancos? ¿Y si el que hubiera recibido a Bush, se hubiera abrazado y propuesto un TLC, hubiera sido un presidente colorado? No quiero ni pensar lo que hubiera sido. Temen perder porque no tienen ya autoridad moral en ningún tema. Si llegan nuevamente a ser oposición, vamos todos a largar la carcajada.